Las recientes lluvias en la ciudad de Salta han vuelto a resaltar la problemática de los residuos en la vía pública. Cada tormenta intensa sirve como un recordatorio del estado de las calles y las decisiones cotidianas que tienen un impacto directo en la comunidad. En esta ocasión, se retiraron más de una tonelada de desechos de los desagües pluviales, lo que evidencia la acumulación de basura que obstaculiza el escurrimiento del agua.
Operativo de limpieza
Tras las precipitaciones de las últimas horas, la Municipalidad, en colaboración con Agrotécnica Fueguina, llevó a cabo un operativo especial para limpiar imbornales y desagües obstruidos. Durante la mañana del domingo, se extrajeron más de 1.000 kilos de basura de alrededor de 180 imbornales. Esta intervención es crucial, ya que cada desagüe tapado actúa como un bloqueador que empuja el agua hacia calles y viviendas, causando inundaciones en sectores vulnerables.
Las autoridades municipales enfatizaron que la acumulación de residuos en la vía pública es una de las principales razones de los anegamientos temporarios. Sin embargo, hay un aspecto social que no se puede pasar por alto: la decisión de arrojar basura en las calles impacta negativamente en toda la comunidad. La gente debe reflexionar sobre la importancia de mantener limpios los espacios públicos para prevenir problemas en época de lluvias.
La limpieza de esta semana permitió mejorar el drenaje en áreas críticas, pero también subrayó la necesidad de cambios en las conductas de la ciudadanía. Se instó a los vecinos a no sacar la basura durante la lluvia y a cumplir con los horarios de recolección. La colaboración de todos es clave para mitigar los efectos de las tormentas en la vida cotidiana, ya que cada bolsa de residuos retirada de un imbornal es un recordatorio de que la responsabilidad compartida es fundamental para el bienestar urbano.
